Piensen en una tarea que pueda resultarles sencilla: romper un huevo, afilar un lápiz, abrir una puerta, encender una lámpara, etc. Todo lo que se les ocurra que puedan hacer con un mínimo de esfuerzo y materiales.
Sea la tarea que sea, existe una manera de hacerlo mucho más compleja y aparatosa: por medio de una maquina de Rube Goldberg. Este es un ejemplo:
Interesante ¿No? Los materiales y procedimientos quedan a decisión de cada uno, lo importante es obtener el mismo resultado en una forma menos tradicional, más divertida y original. Una forma de despertar al ingeniero que llevamos dentro.
Como nota adicional, les comento que existen concursos llevados a cabo, incluso por universidades prestigiosas, para ver quien construye la mejor y más eficaz de estas maquinas.
Este es otro ejemplo:
miércoles, 3 de marzo de 2010
Cómo complicar tareas sencillas.
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